ORIENTACIONES PARA LOS PADRES

Carta a los padres. Mes de marzo 2020

Queridos padres: Nuestro saludo más cordial.

 

Al igual que en meses anteriores nos dirigimos a vosotros en orden  a  animaros y orientaros sobre la educación en la fe  de vuestros hijos. Acoged estas reflexiones con el mismo cariño que nosotros hemos puesto al escribirlas.

 

Estamos convencidos, padres, de que vosotros sois los primeros y casi los únicos educadores en la fe de vuestros hijos. De los padres recibimos casi todo y, sobre todo, lo más fundamental.

 

En el caso de la transmisión de la fe sucede lo mismo. Los padres sois el altavoz que proyecta la voz de Dios; vosotros sois quienes reveláis el rostro de Dios a vuestros hijos; vosotros sois los mediadores de Dios; sois “otros Cristos” ante vuestros hijos. Dios sólo habla a través de vosotros. Lo que no digáis vosotros quedará en silencio.

 

Si un niño ve rezar a su padre y a su madre descubrirá que es importante rezar. Si un niño  ve a su padre y a su madre -que para él son los más importantes- arrodillarse ante Dios descubrirá que Dios es grande.  Todo lo recibe por el testimonio de sus padres.

 

Todo lo importante nos llega a través de nuestros padres. Los demás, profesores, catequistas, monitores, sacerdotes, todo lo más que harán es reforzar lo que los padres hacen en casa.

 

Os animamos, padres, que seáis “otros cristos” para vuestros hijos, a que les habléis de Dios,  a que les acompañéis, los domingos, a celebrar la eucaristía con otros amigos de Jesús. Si así lo hacéis –experimentadlo- vuestro hijo llegará a descubrir a Dios Padre y Madre.

 

No le neguéis a Dios a vuestros hijos: El nos levanta cuando la vida nos arrodilla, El nos perdona cuando ni incluso nosotros mismos nos perdonamos. El nos da coraje y animo en la vida.

 

Con todo cariño. Un gran abrazo.


Carta a los padres.  Mes de febrero 2020

Queridos padres: Una vez más nos ponemos en contacto con vosotros. Ojala acojáis con cariño lo que os comentamos. Esta vez nos dirigimos expresamente a vosotros.

 

Son muchos los que en los últimos años se han marchado de nuestras iglesias silenciosamente, sin meter ruido alguno.

Otros se han marchado decepcionados, cansados de escuchar palabras que no tocaban su corazón ni respondían a sus interrogantes.

Otros han dado un portazo, apenados de descubrir la inconsecuencia permanente de la Iglesia, a veces el escándalo de los que más hablan sobre ella.

 

Hay, entre todos ellos,  gente que busca, que ha empezado a buscar si quizás hay algo nuevo que merezca la pena, y se preguntan: “¿Me aceptarán?”. “¿Estaré ya desfasado?”. “¿Llegaré tarde?”.

 

La respuesta para estos es clara: “Nadie llega tarde a la Iglesia”. “Tienen los mismos derechos los que llegaron a primera hora como los que llegan a la última”.

 

Más aún, queremos ofrecerte un plan para ayudarte en tu búsqueda: te proponemos crear “un Grupo de Jesús” con gente de tu edad, en el día y la hora que tú creas más oportuno, con dos encuentros al mes. Consistirá en comentar en grupo un libro que lleva por título “Grupos de Jesús”. Desde él descubrirás a Jesús de Nazaret, fresco y vivo, como líder de humanidad y sentido.

Te auguramos, te aseguramos. Muchas cosas cambiarán en tu vida. Créenos. Tu vida saltará en fiesta. Experiméntalo, al menos, un tiempo

 

Si estás interesado en nuestra propuesta, ponte en contacto con los  responsables de la parroquia. Ellos te dejarán mas información. Un abrazo.

 

 

 


Carta a los padres. Enero 2020

 

Queridos padres: En primer lugar,  nuestra felicitación más sincera del año nuevo. ¿Qué tal habéis pasado las fiestas?

 

Como venimos haciéndolo todos los meses, nos dirigimos de nuevo a vosotros.

 

Queremos ayudaros en la educación de la fe de vuestros hijos y, sobre todo, a ser coherentes con la decisión  que habéis tomado de inscribirles a la catequesis de  nuestra Parroquia.  Leed, por favor, con detenimiento esta carta. No la leáis de corrida, como si fuera una nota más, sin interés.

 

Vosotros, en más de una ocasión, habéis criticado  a los que vienen a misa, se bautizan o se casan por la Iglesia por pura costumbre o por tradición.  ¡Hacéis muy bien! Pero… ¡Cuidado! Puede sucederos a vosotros lo mismo.

 

Pregúntate: ¿Por qué traigo a mi hijo a la Catequesis? ¿Por qué le he inscrito para hacer la Primera Comunión?  ¿Por pura costumbre social?

 

-“Porque soy cristiano”, puedes responder.

 

Y te preguntamos: ¿En qué se nota? ¿Se nota en algo? ¿Ayudas a tu hijo a que tenga una experiencia de Dios, desde la oración y la Eucaristía? ¿Vas tú por delante, mostrándole el camino?

 

Te informamos: ¿Sabes que los niños son los que menos vienen a misa en nuestra parroquia? ¿Sabes que hay más de cien jóvenes que vienen todos los domingos y en cambio el número  de niños no supera los treinta y la mayoría no son de nuestra Catequesis? ¿La causa? ¡Ya te la sabes!

 

Creemos que ha llegado el momento de reaccionar por tu parte. ¡Empieza! ¡Sé coherente! Queremos formar una Comunidad cristiana de gente que está en ella, libre y conscientemente.  Nosotros hemos roto con tiempos pasados. ¿Y tú?

 

 

¿Te sumas? ¡Nunca es tarde!  Te recibiremos con los brazos  abiertos. ¡Ésta es tu casa!


Carta a los padres. Diciembre.

Queridos padres: una vez más con vosotros. Queremos ayudaros en la tarea de educar a vuestro hijo en la fe. Leed esta carta con cariño.

Este mes de diciembre es especial para todos, pero especialmente para los niños.

Queremos deciros varias cosas:

 

En primer lugar, os sugerimos que empecéis a decorar la casa, con ilusión. El niño vive la Navidad con mucha emoción e intensidad. Preparar con ellos, el “nacimiento” y la decoración de la casa fomentará el espíritu familiar. Y la familia es muy importante tanto para ellos como para los adultos.

 

Segundo, os invitamos a que participéis con toda la familia en la Misa de Navidad, el día 24 a las 7,30. El clima que en ella se respira da sentido a la Navidad. Los niños, jóvenes y mayores, además, respiran el espíritu de Comunidad que se detecta en estos días y, sobre todo, descubren la alegría de le fe.

 

Tercero. Este mes las catequistas entregarán a los niños un sobre para colaborar con Cáritas. Sería un buen momento para aportar algo como familia, haciéndonos todos conscientes de que una familia cristiana ha de ser siempre solidaria con los más débiles. Pudierais tener una pequeña conversación sobre ello, todos reunidos.

 

Y por último, cuarto. El 19 de diciembre, jueves, tendremos en la parroquia, una Celebración Comunitaria de la Penitencia, es decir un encuentro para pedir perdón de nuestras equivocaciones y empezar de nuevo. Conviene detenerse de vez en cuando y pedir perdón, para empezar de nuevo con ilusión. Te animamos a sumarte, a liberarte de tu pasado y a recibir el perdón de Dios para empezar una vez más con ilusión. Es un regalo que la vida nos hace.

 

Con nuestro saludo más afectuoso, hasta el próximo mes.

 


Carta a los padres. Noviembre.

Queridos padres: De nuevo estamos con vosotros. Nuestro más cordial saludo.

  

En primer lugar queremos preguntaros si vuestro hijo se encuentra  a gusto en la catequesis y en su grupo en concreto. Si no fuera así, comunicádnoslo en cuanto podáis.

 

Recordad: el mes pasado os pedíamos que rezarais todas las noches el “padrenuestro” con vuestro hijo y acudierais al menos dos veces a la misa de 1 de los domingos. ¿Qué tal? ¿Lo habéis cumplido? No falléis. ¡Animo!  Está en juego  la educación en la fe de vuestro niño.

  

Hoy os informamos de algunos detalles introducidos en la misa de 1 en orden adaptarla un poco más a las generaciones más jóvenes. A esta misa os pedimos que sigáis viniendo.

 

  • Aconsejamos a los niños, a los adolescentes y jóvenes a que se coloquen en los primeros bancos para sentirse más arropados.
  • Los adolescentes, jóvenes y niños leen las  lecturas y las peticiones.
  • En el momento de la homilía los más pequeños salen a la sacristía para leer el evangelio y comentarlo con la ayuda de un joven.
  • Los más jóvenes pasan la colecta del día. Les encanta hacerlo.
  • En el momento del Padre Nuestro los niños lo rezan enlazando las manos con el sacerdote.

 Os invitamos, padres, a que nos ayudéis a responder cada vez mejor a nuestros niños. Y si creéis que tenemos que  hacer algo más, decídnoslo. Con confianza. Un abrazo.

 

 

 

 

 


Carta a los padres. Octubre.

 

Queridos padres: Vuestro hijo ha empezado la catequesis. Le hemos acogido con mucho cariño y alegría. Quisiéramos que estuviera contento en nuestra a parroquia.

 

Os informamos, por otra parte, que todos los meses os escribiremos una breve carta para ayudaros a que sepáis apoyarle en el proceso de iniciación en la fe que sigue en la Catequesis. Lo hacemos porque sabemos que vosotros sois los primeros y los más importantes educadores de la fe de vuestro hijo.

 

Hoy, en los comienzos del nuevo curso,  os dejamos dos consejos que quisiéramos que cumplierais con fidelidad. Hay en ellos mucho en juego.

 

Primero,  rezad con vuestro hijo,  todas las noches, el “padrenuestro”, la oración que Jesús nos dejó. Si el niño todavía no la sabe, no importa. Rezadla en voz alta con él. Sería conveniente que os alternarais madre y padre.

 

Segundo consejo. Venid con vuestro hijo  al menos dos veces al mes a la misa de 1 de los domingos. Descubrirá así que la fe es algo que se vive en grupo y, poco a poco, se irá integrando en la familia de los cristianos. Diréis: “el niño se aburre”, “no entiende nada”, “no va a parar”… No os preocupéis. El niño recibe la fe por contagio, por la experiencia que viven sus padres. Sin más.

 

 

Un abrazo. Hasta el mes próximo. Sed fieles a esos dos pequeños compromisos. Redundará en un gran beneficio para vuestro hijo. No lo dejéis de lado.


Carta a los padres que solicitan inscribir a sus hijos a la Catequesis

Queridos padres:

 

Os habéis acercado a esta vuestra parroquia del Corpus Christi para solicitar la inscripción de vuestro hijo al  proceso de iniciación en la fe. Os pedimos que, antes, leáis con detenimiento el escrito que os ofrecemos.

 

Si os habéis acercado pidiéndonos que iniciemos a vuestro hijo  en la fe para que, en un momento dado, participe de la Eucaristía. ¡Enhorabuena por vuestra decisión! Sin duda, introducirle en el grupo de los discípulos de Jesús es el mejor obsequio que podéis ofrecerle.  Estamos convencidos de ello. ¡Nuestra felicitación!

 

Si por el contrario acudís para que  supere, como sea,  los cuatro años de catequesis exigidos, para luego celebrar el acontecimiento social de la Primera Comunión y se acabó, os pedimos  que  abandonéis la idea de inscribirle o pospongáis vuestra decisión para más tarde. La Eucaristía para los cristianos es otra cosa, y ello supondría un desprestigio de la Iglesia, con lo que no estamos dispuestos a colaborar.

 

Si sois padres cristianos y  queréis que vuestro hijo participe de la fe  de la que vosotros disfrutáis… ¡enhorabuena!  Podéis contar con nuestra ayuda y colaboración.

 

Si, por el contrario, para vosotros Jesús de Nazaret y su Padre Dios no son importantes, no sentís necesidad de ellos, ni los consideráis importantes para vuestra vida; si no estáis integrados en una comunidad cristiana ni practicáis… os invitamos a que de momento no introduzcáis a vuestro hijo en el “proceso de preparación a la Primera Comunión”.  El niño descubrirá muy pronto que esto de la fe no interesa a sus padres y no entenderá por qué le han iniciado en algo en lo que ellos no creen.

 

Os aconsejamos  que antes de apuntarlo os pongáis vosotros al día en vuestra fe.

 

Quizás las circunstancias de la vida, vuestra historia personal o la falta de testimonio de la Iglesia os alejaron de la fe. Os animamos, ahora, a que la recuperéis -¡nunca es tarde para empezar!- y luego mostréis a vuestro hijo el camino que vosotros consideráis importante para su vida. La parroquia está dispuesta  a ayudaros y  os ofrecerá, si así lo deseáis,  todos los medios a su alcance para poner al día vuestra fe.

 

Y por encima de todo, os pedimos que  os  liberéis de costumbres del pasado y de presiones sociales o familiares a la hora de inscribir a vuestro hijo al proceso de preparación a la Primera Comunión. Hemos de saber, siempre, ser libres frente al ambiente e, incluso, frente a la familia, aunque en ocasiones ello suponga dolor.

 

Los responsables de la Parroquia